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Los Elegidos y los Maldecidos

por Brian Murphy

Dentro de la cristiandad a través Europa, Canadá y los Estados Unidos, el verdadero Evangelio, en la mayoría de los lugares, ha sido reemplazado con una versión suavizada que es más agradable oír y más “políticamente correcto.” Este “Evangelio de Azúcar” está llenito de cosas dulces y bonitas como por ejemplo “Jesús te ama; Jesús te perdona; Jesús te sanará; Jesús está presente en la eucaristía; Jesús es misericordioso; Jesús siempre te ayudará y vendrá para asistirte.” ¿Todos estos dichos están correctos, pero que falta? Los elementos importantes que faltan son la declaración del pecado, la llamada a arrepentirse y el anuncio del juicio de Dios.

Casi todo el mundo conoce la lectura de Juan 3:16 “¡Así amó Dios al mundo! Le dio a su Hijo Único, para que quien cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.” Este es una invitación muy atractiva. Sin embargo, son muy pocos los que conocen la lectura siguiente, escrita por el mismo autor, en el mismo capítulo del mismo Evangelio de San Juan: “El que cree en el Hijo vive de vida eterna, pero él que se niega a creer en el Hijo se queda con el Dios que condena: nunca conocerá la vida.” Juan 3:36. ¿Qué significa negarse a creer en el Hijo? Para empezar, negarse consiste en la apatía y desinterés, faltar a la Misa y faltar a recibir el perdón de los pecados dentro de la Iglesia por medio de Su ministerio del perdón en la Iglesia. Pues, se puede citar la desobediencia de los Diez Mandamientos, los cuales, según Jesucristo deben ser cumplidos en el Espíritu y la Verdad.

En vista de la abundante proclamación del “Evangelio de Azúcar,” nos conviene considerar seriamente la palabra de Jesucristo que no es tan agradable de oír. Aquí hay una lista, solo del Evangelio de San Mateo:
“Yo se los digo, si no hay en ustedes algo mucho más perfecto que lo de los fariseos, o de los maestros de la ley, ustedes no pueden entrar en el Reino de los Cielos.” Mateo 5:20

“Y si tu mano derecha te lleva al pecado, córtala y aléjala de ti; porque es mejor que pierdas una parte de tu cuerpo y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno.” Mateo 5:30

“Entren por la puerta angosta, porque ancha es la puerta y espacioso el camino que conduce a la ruina, y son muchos los que pasan por él. Pero ¡que angosta es la puerta y que escabroso el camino que conduce a la salvación! y que pocos son los que lo encuentran.” Mateo 7:13-14
“Todo árbol que no da buenos frutos se corta y se echa al fuego. Por lo tanto, a ustedes los reconocerán por sus obras.” Mateo 7:19
“No bastará con decirme: ¡Señor!, ¡Señor!, para entrar en el Reino de los Cielos; más bien entrará él que hace la voluntad de mi Padre del Cielo.” Mateo 7:21

“Yo les digo que, en el día del juicio, los hombres tendrán que dar cuenta hasta de lo dicho que no podían justificar. Tus propias palabras te justificarán, y son tus palabras también las que te harán de condenar.” Mateo 12:36

“La reina del Sur (reina de Sabá) resucitará en el día del juicio junto con los hombres de hoy y los condenará; porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí ustedes tienen alguien mucho más que Salomón.” Mateo 12:42

“Aquí tienen una figura del Reino de los Cielos. Un hombre sembró buena semilla en su campo, pero mientras la gente estaba durmiendo, vino su enemigo, sembró malas hierbas en medio del trigo y se fue. Cuando el trigo creció y empezó a echar espigas, apareció también la maleza. Entonces los trabajadores fueron a decirle al patrón: ‘Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, viene esa maleza?’ Respondió el patrón: ‘Eso es obra de un enemigo. Los obreros le preguntaron: ‘¿Quieres que arranquemos la maleza?’ ‘No’, dijo el patrón, pues al quitar la maleza podrían arrancar también el trigo. Déjenlos crecer juntos hasta la hora de la cosecha. Entonces diré a los segadores: Corten primero las malas hierbas, hagan fardos y arrójenlos al fuego. Después cosechan el trigo y guárdenlo en mis bodegas.’” Mateo 13:24-30
“El Hijo del Hombre enviará a sus ángeles; estos recogerán de su Reino todos los escándalos y también los que obraban el mal, y los arrojarán en el horno ardiente. Allí no habrá más que llanto y rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. Quien tenga oídos, que entienda.” Mateo 13 41-43

“Así pasará al final de los tiempos: vendrán los ángeles y separarán a los malos de entre los buenos y los arrojarán al horno ardiente. Allí será el llorar y el rechinar de dientes.” Mateo 13: 49-50

“Al que haga caer a uno de estos pequeños que creen en mí, mejor le sería que le amarrarán al cuello una gran piedra de moler y que lo hundieran en lo más profundo del mar. ¡Ay del mundo a causa de los escándalos! Tiene que haber escándalos, pero ¡ay del que causa el escándalo! Si tu mano o tu pie te está haciendo caer, córtatelo y tíralo lejos. Pues es mejor para ti entrar en la vida sin una mano o sin un pie que ser echado al fuego eterno con las dos manos y los dos pies. Y si tu ojo te está haciendo caer, arráncalo y tíralo lejos. Pues es mejor para ti entrar tuerto en la vida que ser arrojado con los dos ojos al fuego del infierno.” Mateo 18:6-9

“Pero será así con el servidor malo que piensa: ‘Mi señor se ha retrasado, y empieza a maltratar a sus compañeros y a comer y a beber con borrachos. El patrón de ese servidor vendrá en el día que no lo espera y a la hora que menos piensa. Le quitará el puesto y lo mandará donde los hipócritas. Allí será el llorar y el rechinar de dientes.” Mateo 24:48-50
“Quítenle, pues, el talento y entréguenselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y tendrá en abundancia, pero el que no tiene se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese servidor inútil, échenlo a la oscuridad de afuera: allí será el llorar y el rechinar de dientes.” Mateo 25:28-30
“Estos preguntarán también: ‘Señor, ¿Cuándo te vimos hambriento o sediento, desnudo o forastero, enfermo o encarcelado, y no te ayudamos?’ El Rey les responderá: ‘En verdad les digo: siempre que no lo hicieron con alguno de estos más pequeños, ustedes dejaron de hacérmelo a mí.’ Y estos irán a un suplicio eterno, y los buenos a la vida eterna.” Mateo 25:44-46

El juicio de Dios aplica a mí tal como los demás. Tomo en cuenta todo lo de arriba muy seriamente, y constantemente examino mi vida, buscando la verdad y la rectitud en la oración diario. Anhelo que muchos de mis amigos y miembros de mi familia se junten en este peregrinaje. ¡Despiértense! Recibir el perdón de los pecados en la Iglesia.
Es claro que el ministerio de Jesucristo intentaba causar la división. Intentaba separar. Mientras que intentaba animar a la humanidad para quitarse la apatía, la indiferencia, o la idea de que existe algún camino más fácil para llegar al cielo, muchos no escuchan. Las palabras fuertes son necesarias para el pueblo terco. Ay, demasiada gente que parece contenta con la idea, “ser bueno y meterse en sus propios asuntos,” sin interés alguno en el ministerio de su Iglesia que Él fundó. Pues, ¿qué podemos decir con respecto a la muchedumbre que están estancada en la cultura secular que promueve el malo de la anticoncepción, el aborto, la esterilización, la cohabitación, el divorcio, la sodomía, la fornicación, la eutanasia y una multitud de malos los cuales se niegan a arrepentirse? Es muy claro que la palabra de Jesucristo nos dice que hay los elegidos y los maldecidos.

San Juan reiteró la verdad en el libro de Apocalipsis:
“Esa será la herencia del vencedor: Yo seré Dios para él y él será hijo para mí. Pero para los cobardes, los infieles, los depravados, los asesinos, los impuros, los hechiceros, los idolatras, en una palabra, para todos los falsos, su lugar y su parte es el lago que arde con fuego de azufre, que es la segunda muerte. Apocalipsis 21:7-8
¿Todavía no estás convencido? Aquí hay algunos más de San Marcos, San Lucas y San Juan:
“Y si tu ojo prepara tu caída, sácatelo; pues es mejor para ti entrar con un solo ojo en el Reino de Dios que ser arrojado con los dos al infierno, donde su gusano no muere y el fuego no se apaga.” Marcos 9:47-48
“Vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Nueva a toda la creación. Él que crea y se bautice, se salvará; el que se niegue a creer, se condenará.” Marcos 16:15-16

“Pero él les dirá de nuevo: ‘No sé de donde son ustedes. ¡Aléjense de mí todos los malhechores!’ Habrá llanto y rechinar de dientes cuando vean a Abrahán, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, y ustedes, en cambio, sean echados fuera. Gente del oriente, y del poniente, del norte y del sur, vendrán a sentarse a la mesa en el Reino de Dios. ¡Que sorpresa! Unos que estaban entre los últimos son ahora primeros, mientras que los primeros han pasado a ser últimos. Lucas 13:27-30

“No se asombren de esto; llega la hora en que todos los que estén en los sepulcros oirán mi voz. Los que obraron el bien resucitarán para la vida, pero los que obraron el mal irán a la condenación.

“En verdad les digo que, si no comen la carne del Hijo del Hombre y no beben su sangre, no tienen vida en ustedes. Juan. 6 :53

“Él que me rechaza y no recibe mí palabra ya tiene quien lo juzgue; la misma palabra que yo he hablado lo condenará el último día. Porque yo no he hablado por mi propia cuenta, sino que el padre, al enviarme, me ha mandado lo que debo decir y como lo debe decir. Juan 12:48-49

Podemos regocijarnos y dar gracias que Jesucristo no fue tímido, vergonzoso o ambiguo. ¿Cómo puede alguien declinar su oferta? ¡Que buen trato! Al empezar, a creer en Él y recibir el perdón de los pecados por medio del ministerio de confesar los pecados y el bautismo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo en su Iglesia. ¿Quiénes son los elegidos? Ellos son los que están bautizados y que obedecen a Jesucristo. Como dijo el Apóstol San Pedro “Pero ustedes son una raza elegida, un reino de sacerdotes, una nación consagrada, un pueblo que Dios hizo suyo para proclamar sus maravillas; pues él los ha llamado de las tinieblas a su luz admirable. 1 Pedro 2:9

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