La actitud católica si el embarazo amenaza la vida de la madre
Cuando el embarazo amenaza la vida de la madre, es inmoral sacrificar al feto para salvar a la madre.
Ya que este principio moral está claro, es importante señalar que los esfuerzos terapéuticos intentados a salvar la vida de la madre están permitidos aunque se sepa que esos esfuerzos puedan tener el efecto no deseado de sacrificar la vida del feto. En realidad, se permite cualquier terapia o cirugía intentada a salvar la vida de la madre, incluso, por ejemplo, quimioterapia como tratamiento del cáncer, aunque la quimioterapia sacrifique al feto. Estas terapias están permitidas cuándo es obvio que sin ellas, la madre moriría y como resultado, el feto moriría también.
Se presenta otra situación difícil cuando la madre tiene un embarazo ectópico (una implantación del feto y su correspondiente placenta fuera del útero.) Por ejemplo, si la implantación se presenta en la trompa de Falopio (en la cual, el feto/placenta no descienden la trompa de Falopio hacia el útero sino que se quedan allí donde continúan su crecimiento), si esta situación no se rectifica, la madre y el feto morirían. En este caso, se está permitido extraer al feto de la trompa utilizando cirugía para salvar la vida de la madre con tal de que el intento no sea de sacrificar al feto sino de transferirlo o bien al útero de la madre o, cuando la tecnología lo permita, a una incubadora (o útero) externa, para que el feto pueda vivir. Si esto no se permitiera, el feto moriría. Según la enseñanza moral Católica, se permite este procedimiento de cirugía. En situaciones complicadas como éstas, lo más importante es tomar una decisión basada en una buena intención.
En la arena política, las enseñanzas católicas no ofrecen excepciones permitiendo el aborto en el caso de que "la vida de la madre esté amenazada.” Si se ofrece esta excepción, esto daría, en efecto, el permiso moral de sacrificar la vida del feto que espera nacer para terminar un embarazo cuando la vida de la madre esté en peligro, en vez de dirigir la atención medica hacía una intervención que pueda salvar la vida de la madre y, tal vez, la vida del feto.